Jul 2022 - Boletin de Shin Kaze Aikido Alliance*|MC_PREVIEW_TEXT|*
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Noticias de Shin Kaze Julio 2022
La Alianza de Aikido Shin Kaze es una organización dedicada a la práctica y el
desarrollo del Aikido. Su objetivo es proporcionar orientación técnica y
administrativa a los practicantes de Aikido y mantener los estándares de
práctica e instrucción dentro de una estructura igualitaria y tolerante.
Introducción
Por
Claire Keller
Dojo-cho Bushwick Dojo, EEUU
Bienvenido a la edición de julio del Boletín de Shin Kaze. En este número hemos lanzado una amplia red y presentamos una gama de artículos que cubren temas que van desde las formas de entrenamiento hasta lo que significa el Aikido para practicantes e instructores alrededor del mundo. También recordamos con gratitud a nuestros maestros fallecidos quienes nos enseñaron y guiaron a lo largo del Camino.
Shin Kaze fue creada para proporcionar una organización técnicamente excelente, inclusiva y de alta calidad para practicantes
de Aikido en todas partes. Como el boletín nos ayuda a conectarnos, esperamos que te sientas motivado a continuar compartiendo
tus puntos de vista y experiencias de Aikido.
Si has enviado un artículo que no se ha publicado en este número, ten la certeza que lo estamos guardando para publicarlo a futuro.
Seguimos con el objetivo de publicar el boletín trimestralmente y, por cierto, todavía estamos buscando el nombre perfecto para él.
Esperamos que disfrutes leyendo este número y siéntete libre de compartirlo con tus compañeros de practica y amigos.
Oraciones y ofrendas conmemorativas: Parte 2
Por Jo Birdsong Shihan
Dojo-cho Aikido de Austin, EEUU
Al sentarme a escribir este artículo en la víspera del Día de los Caídos, me pregunté: ¿otros países tienen Día de los Caídos? La respuesta es sí, muchos países alrededor del mundo tienen días conmemorativos y se celebran con banderas, flores, discursos y eventos especiales.
Distintas culturas y religiones conmemoran el fallecimiento de los difuntos. En Latinoamérica muchos países tienen un día o días para recordar a los seres queridos que han fallecido. Del 31 de octubre al 2 de noviembre se llama "Todos los Santos" en español y “Allhallowtide” en inglés. Estas fechas abarcan la víspera de Todos los Santos, el Día de Todos los Santos y el Día de los Difuntos, respectivamente. Estas festividades se pueden expresar en una simple observancia, como un viaje a una tumba para colocar flores, o rituales y festividades muy elaboradas. Independientemente de la naturaleza de la observancia, la conmemoración de los antepasados es integral.
Anteriormente, pregunté cómo usted o su dojo conmemoran el fallecimiento de personas importantes en su vida o en la vida del dojo. Por ejemplo, este año para conmemorar a Akira Tohei Shihan (20 de agosto de 1929 – 2 de julio de 1999), nuestro dojo (Aikido de Austin) está planeando un entrenamiento de diez días del 23 de junio al 2 de julio que culminará con examenes. Después de los examenes, iremos al parque donde entrenamos al aire libre durante el apogeo de COVID para almorzar y compartir historias sobre Sensei.
Lamento mucho la cancelación del Seminario Conmemorativo de Kanai Shihan debido a COVID que Framingham Aikikai organiza anualmente. Esperemos que David Halprin Shihan pueda reprogramar para mas tarde este año o para la primavera siguiente. Sé que lo honrarán en sus corazones.
Me gustaría describir cómo hago un santuario hogareño personal para la oración y las ofrendas de alimentos. Esta es una forma de rendir homenaje al espíritu de los respetados maestros y amigos del dojo que han fallecido. Podemos reservar un lugar y un tiempo o tiempos específicos para honrarlos. Despues de la perdida de un ser querido, una práctica formal de oración y ofrendas puede ayudar en el proceso de duelo y reforzar nuestra conexión con ellos.
La siguiente descripción es una forma simplificada de hacer un santuario de antepasados o memorial.
Coloque el santuario en un lugar tranquilo de su hogar con una vista agradable (no cerca del televisor o la puerta principal). El santuario puede colocarse encima de un gabinete pequeño o un estante, no es necesario que sea elaborado. En el santuario, debe haber tres cuencos pequeños de cerámica. El recipiente izquierdo se llena con agua fresca todos los días. El tazón del medio se refresca con arroz integral (puede ser sin cocinar) dos o tres veces por semana. El recipiente derecho se refresca con sal marina blanca al menos dos veces al mes. A la izquierda y derecha de los tazones hay velas blancas individuales. Se pueden añadir fotografías u objetos de la persona o personas homenajeadas.
Es útil mantener un tiempo y una forma regulares de practicar la oración y las ofrendas. Para alguien que ha fallecido recientemente, las oraciones se ofrecen dos o tres veces al día durante 49 días consecutivos, luego una vez a la semana el mismo día de la semana durante un mes, luego una vez al mes el mismo día del mes, luego una vez un año en el aniversario del fallecimiento del sujeto de vuestro santuario. Muchas culturas designan un solo día (o varios días) cada año para honrar a todas las personas importantes que han fallecido.
El método de las oraciones y ofrendas se puede personalizar. Dado que la oración es una comunicación con el difunto, es importante que la comunicación no contenga nada negativo. Por lo general, la oración tiene cinco elementos:
Dándoles las gracias por lo que significan para usted; haciéndoles saber que los extrañas y que esperas que estén libres.
Haciéndoles saber que estás bien y que no necesitan preocuparse por ti.
Prometiendo honrar su memoria ayudando a otros y cuidando el dojo.
Haciéndoles saber que estás abierto a recibir su orientación si tienen algo que ofrecer (en lugar de pedirles una orientación específica).
Haciéndoles saber que "somos uno y nos volveremos a encontrar".
Lo más importante es que la oración debe salir de tu corazón.
No quiero dictar a nadie cómo orar o mantenerse conectado con sus seres queridos o maestros.
Esta es simplemente una ofrenda para ti basada en mi experiencia y aprendizaje.
Aspecto mental y espiritual del Aikido
Por Nobuyoshi Tamura Shihan, 8vo dan
Fuente: Aikido etiqueta y transmisión, por Tamura Nobuyoshi.
Progresar conjuntamente Algunos practican de forma asidua, pero se niegan a practicar con los principiantes o con los que ellos consideran "malos". Incluso si progresan técnicamente, su técnica seguirá siendo una técnica prisionera de la técnica. No olvidemos que el Aikido no es sólo la vía de la unidad cuerpo-espíritu sino que es, sobre todo, la vía de la unidad. Si el espíritu es detenido en su progresión, todo se detiene. El espíritu que rechaza a los demás, el espíritu que no sabe aceptar a los demás, al espíritu al que le basta que sólo él progrese, ese espíritu que lleva todo al estrecho dominio del ego, no se puede abrir al estado de unión con el universo. Aite ( vea definición debajo) existe, luego la práctica es posible. La práctica existe, luego el progreso es posible. Cuando hay aite, la emulación recíproca provoca que unos y otros progresen y compartan su alegría.
Con el corazón agradecido Para ayudar a un practicante menos avanzado hace falta mucha paciencia y mucho amor. Para entender las causas que ponen trabas a este practicante menos avanzado, es indispensable impulsar las propias investigaciones siempre hacia adelante. No hay que aferrarse a la fuerza. En el mundo del Bujutsu, donde uno se aferra a la eficacia de una técnica y a la potencia de su ejecución, es aún mas importante la fuerza que permite superar este estado. La práctica del Aikido no debe reducirse a querer hacerse fuerte en el sentido de lastimar al compañero o de negarse a perder. En Aikido, la potencia es una consecuencia de la aplicación del principio del universo. Quien, independientemente de lo fuerte que sea, se aparta de este principio, no conocerá la Victoria. El Aikido es un método que estudia la acción del principio del Universo. No hay que dedicarse a nada que pueda impedir este estudio.
Superarse a sí mismo Hay que vencer en uno mismo el espíritu de la ira, el espíritu de la pereza, el espíritu del miedo, etc. ¡El mayor peligro es el orgullo! No debemos olvidar que, en el instante en que surge la idea de que nuestra técnica es buena, acabará todo progreso. En el fluir constante del mundo, pararse un solo instante es llegar con un retraso imposible de recuperar.
_____ 相手 (aite) es una palabra interesante porque puede tener dos significados que son prácticamente opuestos. Se puede usar para referirse a un oponente y también a un compañero.
En memoria de Yukio Kawahara Shihan
14 de agosto de 1940 - 2 de junio de 2011
Por R. Zimmermann Shihan
Dojo-cho Toronto Aikikai, Canadá
Yukio Kawahara Shihan, 8º dan, nació el 14 de agosto de 1940 en la prefectura de Nagasaki, Japón. Comenzó su entrenamiento de Aikido a la edad de 17 años en Osaka, y fue uchideshi con Bansen Tanaka Shihan, uno de los primeros discípulos del fundador de Aikido, Morihei Ueshiba.
Kawahara Shihan fue instructor asistente en Osaka Aikikai de 1961 a 1972 y se convirtió en uno de los discípulos principales de Bansen Tanaka Shihan. Fue enviado por Tanaka Shihan a Taiwán en 1972 y se desempeñó como instructor residente en Taiwan Aikikai hasta 1973. En 1973 regresó a Osaka Aikikai, donde se convirtió en instructor asistente de Bansen Tanaka Shihan. Kawahara Shihan también enseñó en varios dojos universitarios de Aikido en el área de Kansai en Japón y sirvió como Shihan en Okayama Aikikai desde 1975-1976.
Kawahara Shihan se mudó a Montreal, Canadá, en 1975 por invitación de F.I. Ishiyama Sensei (ahora Shihan). En 1977, fue ascendido al rango de 6º dan y Shihan y se trasladó a Vancouver, Columbia Británica, para convertirse en el representante oficial en Canadá de Aikikai Hombu Dojo, la sede mundial de Aikido en Tokio, Japón.
Kawahara Shihan fue el Director Técnico de la Federación Canadiense de Aikido y la Federación de Aikido de Columbia Británica, así como miembro del Shihankai de Norteamérica, un grupo de Shihan enviado por Hombu a América del Norte, que consta de Y. Yamada, A. Tohei, T.K. Chiba, M. Kanai, S. Sugano, Y. Kawahara, Y. Kurita e I. Shibata.
Kawahara Shihan viajó mucho, enseñando Aikido por Canadá, Estados Unidos, México, Japón y Europa. Era conocido por su enfoque tradicional del Aikido y su poderosa técnica. Su enfoque de enseñanza puso gran énfasis en la técnica básica, la postura correcta, la precisión y la exactitud en el entrenamiento. Ocupó el rango de 8º Dan y la designación de Shihan de Aikikai Hombu Dojo.
Kawahara Shihan falleció en paz en Victoria, Columbia Británica, el 2 de junio de 2011, después de luchar contra un cáncer de hígado. Dedicó su vida al Aikido y todos los que lo conocían le tenían gran respeto y afecto. Será profundamente extrañado en la comunidad de Aikido.
Recordando a Chiba Sensei
5 de febrero de 1940 - 5 de junio de 2015
Por Liese Klein
Dojo-cho New Haven Aikikai, EEUU
El 5 de junio de 2022, los numerosos estudiantes y admiradores de Kazuo Chiba Sensei celebraron el séptimo aniversario de su fallecimiento. El siguiente es un extracto de "The Life-Giving Sword: Kazuo Chiba Sensei’s Life in Aikido" ("La espada que da vida: la vida de Kazuo Chiba Sensei en Aikido"), el primer libro biográfico de este pionero del Aikido. La autora es Liese Klein, fundadora y dojo-cho del dojo New Haven Aikikai, miembro de Shin Kaze Aikido Alliance en New Haven, Connecticut, EEUU.
"The Life-Giving Sword: Kazuo Chiba Sensei's Life in Aikido" se puede comprar a través de Amazon en este
enlace.
...Kazuo Chiba fue en muchos sentidos un ejemplo perfecto de lo que hace que el Aikido sea especial: el arte es una amalgama de lo violento y lo pacífico, un arte marcial basado en la espada incluido en el entrenamiento en tiempos de guerra que también se promocionó como "El arte de la paz". Los estudiantes del fundador abarcaron toda la gama de tipos de personalidad, desde los santos como Buda hasta los eruditos introvertidos, los embajadores alegres y los peleadores enojados.
Chiba tenía todos estos aspectos en su personalidad, pero es mejor recordado en muchos círculos por su intensidad y, sí, su rabia. Uno podría llamar a eso un exceso de espíritu marcial; otros lo llamarían un problema de manejo de la ira. De todos modos, se describía a sí mismo como un ser humano defectuoso, que luchaba con un pasado doloroso y navegaba por una carrera con muchos giros y vueltas desafiantes.
Además, su historia destaca la dualidad de la cultura japonesa, o la de cualquier cultura. Detrás de las mujeres sonrientes en kimonos y las vistas de los cerezos en flor, Japón continúa lidiando con su brutal historia reciente y su presente represivo y poshumano. Cada vez que pisaba la estera de Aikido, Chiba personificaba el hecho incómodo de que la cultura japonesa tiene aspectos tanto nobles como salvajes.
En memoria de Akira Tohei Shihan
20 de agosto de 1929 - 2 de julio de 1999
Por Jo Birdsong Shihan
Dojo-cho Aikido de Austin, EEUU
Akira Tohei Shihan, 8º dan, fue el padre de la Federación de Aikido del Medio Oeste (MAF). Comenzó a entrenar en 1945 con el famoso maestro Koichi Tohei, décimo dan, entonces instructor jefe en Hombu Dojo.
En 1960, se convirtió en instructor en Hombu Dojo y también enseñó en clubes universitarios y varios dojos en todo Japón hasta 1972, cuando el segundo Doshu lo autorizó a crear la MAF y lo envió a Chicago. .
Tohei Shihan trabajó diligentemente para hacer crecer la MAF desde su Centro de Aikido del Medio Oeste (MAC), fundado en 1975. Sensei enseñaba todas las clases en su dojo y viajaba regularmente a los dojos miembros donde impartía clases y tomaba examenes. Sensei enseñó y examinó a todos los miembros de MAF/MAC cuyo número había llegado a 2400 en 46 dojos al fallecer.
El espíritu y el legado de Tohei Sensei perduran en sus estudiantes que continúan dirigiendo dojos y entrenando a nuevos miembros de Aikido en los EE. UU. Su memoria también está cerca de todos los que entrenaron con él en los Estados Unidos y en todo el mundo. Nos enseñó a respetar a O-Sensei, a entrenar a diario, establecer metas altas y seguir Agatsu, la victoria sobre uno mismo.
Kaimyo es un nombre dado por un sacerdote budista después de la muerte de una persona. El kaimyo de Sensei es "Estrella del alba". El sol es nuestra estrella más importante y cuando sale, pienso en las palabras de Akira Tohei, las lecciones, su actitud generosa y nuestro tiempo juntos compartiendo el Arte del Amor: Aikido.
Por Omar D. Bravo
Escuela Nacional De Aikido Zen Bu Dojo Aikikai, Venezuela
Desde un principio, allá en las montañas de Aizu, incluso antes, el Aikido fue una invención inusitada. Recoge en sí ideas ancestrales, es nieto me parece que del Wu Wei, un antiguo concepto chino que literalmente significa "acción sin esfuerzo", y de saberes aún más antiguos, y aun así, no siendo algo nuevo (nada lo es) resultó y resulta desconcertante para muchos, tanto profanos como "expertos".
Por su tendencia a apuntar hacia lo invisible, el Aikido es fácilmente tergiversado; "es un arte marcial" sería suficiente definición para el buen entendedor, ya que tiene algo de arte y algo de marcial, pero esas palabras no lo rozan siquiera.
Observando los kanjis que utilizó el fundador para definir su enseñanza, en su etapa más madura, recordemos que pasó por etapas previas como "Aiki budo", comenzaré al revés de lo que se estila, es decir desde el último kanji "Do" el cual figura en el nombre de todas las artes marciales japonesas modernas (Shin Budo), ya que ahí parece estar la clave.
El ideograma "Do" refiere a un camino, el camino baladí que conduce a un lugar concreto en el mundo físico, pero más vertiginosamente refiere a "El Camino" el Inconcebible "Dao" de los filósofos chinos, a la vez la nada y el absoluto, un origen anterior a los hombres y a los dioses; "del Dao surgió el uno, del uno surgió el dos, del dos surgió el tres y del tres surgieron los diez mil seres" es decir la infinita diversidad del universo manifiesto.
Teniendo ese doble significado, con un poco de intuición, podríamos entender lo que quiso transmitir el fundador: la idea de un sendero, un pequeño camino (entre muchos posibles) que nos lleve hacia el "Gran Camino" que es a la vez cúspide de una montaña, pero apenas el inicio hacia otra jornada hacia lo desconocido (el camino es eterno).
A partir de allí podemos considerar los otros dos kanji, que actúan como uno solo: "Aiki" "la harmonía con la fuerza vital" el camino consistirá entonces en una búsqueda de niveles más profundos de armonía con la fuerza vital, esta fuerza que anima a nuestros compañeros de práctica, nuestro guía (Sensei), los árboles, las aves, el mar, es decir es la Vida misma.
El Aiki se cultiva mediante la práctica constante, humilde, entregada y sincera, siempre nueva, dentro del Dojo. Así como también la aplicación fiel de los principios en todos los escenarios de nuestra vida.
Muchos se acercan al Aikido en busca de una forma sofisticada, exquisita, de Jujutsu, un tesoro cultural, una propuesta estética o una actividad física sana. Es posible y válido buscar así, porque, en última instancia, cada quien encontrará respuestas en la medida de su propia comprensión y anhelo.
Desde niño tuve un interés muy particular en la filosofía de las artes marciales. Enseguida me di cuenta que la cultura japonesa me apasiona y que la manera en la cual ellos intentan perfeccionar todo en lo que se desempeñan.
Me costó mucho encontrar ese arte marcial con el que me sienta identificado.
Un día, en el año 2008, mi hermano Martín me llama muy entusiasmado diciéndome que encontró un Dojo de Aikido y que el maestro era una persona muy dedicada y muy marcial, que debía acompañarlo de inmediato.
Y así lo hice. Desde ese día, desde la primera práctica me di cuenta que no solo encontré ese arte marcial que buscaba si no que encontré a mi maestro, Enrique Silvera. Una persona dedicada de pies a cabeza al Aikido, su casa es Aikido, su familia es Aikido, y él es Aikido.
Mi oportunidad
Soy un practicante que todos los días se encuentra con lo mucho que le falta por aprender, pero siento que tengo mucho para transmitir.
Recientemente con mi familia nos mudamos a un lugar muy energético del Uruguay, Punta del Este.
En nuestra casa todo se dio para que podamos poner nuestro Dojo. Hicimos un lugar de practica en el cual la energía esté presente con el fin de darle a nuestros alumnos una guía para que mejoren su vida de forma constante y definitiva. Quiero transmitirles a ellos que para mí el Aikido es algo que los va a acompañar siempre y allí estará cuando más lo necesiten.
Aikido - ¡A pesar de mí mismo!
Por Ricky Berger
Framingham Aikikai, EE.UU.
Tengo 62 años. En la universidad, en la década de 1980, comencé a practicar kickboxing, un nuevo deporte de contacto. Mi padre era un veterano de combate de la Segunda Guerra Mundial y un luchador callejero prolífico y el kickboxing parecía una buena manera de probarme a mí mismo. Mis compañeros de entrenamiento incluían artistas marciales de muchas disciplinas (todos menores de 23 años), incluido un amigo relacionado con el difunto gran campeón de peso pesado, Rocky Marciano, y otro amigo que era campeón senegalés de Kenpo. Chico, pensé que era genial. Luego conocí al maestro de Aikido Paul Sylvain Shihan. Sylvain Sensei fue realmente genial.
Tomé dos clases universitarias de "Introducción al Aikido" con Sylvain Sensei y entrené en su dojo, Amherst Aikikai. Tratar de entender cómo funcionaba el Aikido me dejó sintiéndome solo e incompetente. En un seminario, el profesor se me acercó y comenzó a gritarme en japonés (creo) y realmente me molestó. No sabía por qué estaba gritando, o qué había hecho mal, pero no me gustaba que me gritaran. Noté que el hombre era mucho más pequeño que yo. Sylvain Sensei vio lo que estaba sucediendo y alejó al hombre. Posteriormente, me di cuenta de que el hombre era Chiba Sensei, el maestro de Sylvain Sensei. ¡Gracias a Dios por la intervención de Sylvain Sensei ese día!
Dejé Amherst Aikikai - y Aikido - en 1983 durante casi 30 años. Aikido parecía demasiado complicado para mí, y no creía que pudiera ser lo suficientemente inteligente marcialmente para poder practicarlo. Era demasiado bruto. ¿Por qué redirigir la energía?, pensé, cuando puedo golpear la fuente muy, muy fuerte. Pasé los siguientes 30 años golpeando muy, muy duro todo lo que me llegaba. A pesar de algunos éxitos, este estilo de vida resultó agotador. Hice esto porque vivir la vida de otra manera me parecía demasiado complicado, ¡como el Aikido! En esencia, volví a mi configuración predeterminada que aprendí en mis primeros años de Karate y de mi padre. Me encantan los dos, pero aun así...
Comenzando hace aproximadamente una década, mi pareja, y mi mucha mejor mitad, me convenció que probara Aikido nuevamente después de escucharme hablar sobre cuán grandioso es Aikido y cuánto deseaba volver a practicarlo. Debido a que el universo generalmente se desarrolla como debería, mi dojo local Framingham Aikikai está dirigido por David Halprin Shihan (instructore en jefe) y Barbara Britton Shihan, dos grandes maestros. Cuando reuní el coraje para cruzar la puerta del dojo, tanto David como Barbara Sensei estaban allí. Me preguntaron sobre cualquier experiencia previa en Aikido que tuviera y les conté sobre Paul Sylvain Sensei. Se rieron y dijeron "Oh, conocíamos a Paul" y "estás en el lugar correcto".
Ahora soy un 1er kyu, un logro aparentemente insuperable. El proceso de formación sigue siendo una lucha enorme para mí. No tengo tanto talento natural como muchos de mis amigos. No fui bendecido con un gran habilidad cardiovascular. Me toma una eternidad aprender cosas y soy muy duro conmigo mismo. Mi habilidad para golpear las cosas con fuerza no parece ser una ventaja en Aikido. He querido desistir muchas, muchas veces. A veces todavía lo quiero. He pasado horas y horas hablando con David Sensei sobre la vida, la música, el Aikido, la lucha, los conflictos, ser una buena persona y muchas otras cosas. Tengo la suerte de tener a David y a Barbara Sensei en mi vida. Por cierto, Barbara Sensei es la combinación más interesante de habilidad marcial y calidez personal que jamás haya experimentado. Si no la conoces, ¡deberías!
Todo esto me lleva a la gran pregunta. ¿por qué sigo haciendo esto del Aikido? Es porque las lecciones que aprendo en el tatami son lecciones de vida tanto como lecciones marciales. Aikido sigue tratando de hacerme una mejor persona, una persona que se acepta más a sí misma, una mejor persona al servicio de los demás, una persona que acepta con más gracia a los demás tal como son y, en general, una entidad que se combina bien con la energía que me rodea, a diferencia de una entidad que intenta perturbar el flujo natural de las cosas. Practico porque el Aikido me moldea, incluso si lo que hago en el tatami necesita muchas mejoras. Siempre lo necesitará. Eso está bien porque Aikido también me enseña que está bien no ser perfecto.
¿Llegaré a shodan y me convertiré realmente en un "principiante"? Mi ego quiere eso, pero mi ego (como he aprendido) es un poco idiota. La respuesta es que no sé cuándo y si esto me sucederá a mí. Cuando estoy pensando de manera equilibrada, sé que eso no importa. ¡Lo que importa es que estoy aprendiendo a ser mejor, ¡a pesar de mí mismo!
Onegai Shimasu
Por
Morgen Willis
Framingham Aikikai, EUU
Hace exactamente la mitad de mi vida, mi Sensei se mudó en la noche. Nos preparábamos para los exámenes y, a los 17 años, me preparaba para el año de intenso estudio que seguiría. Apenas había tiempo suficiente para ganar mi cinturón negro antes de irme a la universidad, y solo si trabajaba duro. Todavía no sabemos por qué se fue nuestro Sensei; significaba que nuestra pequeña escuela estaba terminada. Solo ahora estoy listo para aprender nuevamente que el destino me ha regalado un dojo de Aikido a cinco minutos de mi casa. Nunca antes había practicado Aikido puro. En la infancia me enseñaron una variedad de tradiciones, y hay algo familiar en este espacio llano y pacífico. Mis nuevos maestros caminan con bondad y gracia.
Acabo de terminar el curso introductorio en el dojo cuando la semana del tiroteo en la escuela de Uvdale en Texas nos golpea como un asteroide. Soy una bola ansiosa de dolor y miedo. Mi hijo de 6 años asiste a la escuela pública y yo soy educadora en formación. Ponerlo en el autobús escolar y decirle que es bueno, amable y valiente, que salvar a sus amigos no es su trabajo, me rompe el corazón. A medio mundo de distancia, las bombas destrozan vidas, familias y hospitales, y en casa mi hijo menor sigue sin ser vacunado contra esta enfermedad que ha eclipsado nuestro mundo desde antes de su nacimiento. Y aun así, decido que una velada tirada y atrapada suena exactamente como lo que necesito para poner a tierra y centrar mi alma firmemente en mi cuerpo.
Nuestro Sensei abre clase. Meditamos, estiramos y mis nuevos amigos me enseñan los nombres de los movimientos que practico sin palabras desde la infancia, corrigiendo mis hábitos que no son apropiados para este estilo. Abajo en la colchoneta voy. Estoy fuera de práctica. Cuando inmovilizas a alguien, tu rodilla se clava en la axila y llevas tu peso hacia adelante, ¿ves? En el fondo de mi mente, recuerdo que lo que estoy aprendiendo podría algún día salvar vidas en mi salón de clases. Vuelvo a centrar mi atención. Cuando giras la muñeca, es importante poner tu pulgar en el nudillo del dedo anular y luego tu mano pasa sobre su mano (¡así!) mientras giras.
Más urgente que aprender lanzamientos, Sensei es muy cuidadoso en enseñarme las reglas para ser un uke adecuado y receptivo. Mantenga su codo más flexible, este brazo está demasiado apretado. Empuje hacia atrás un poco; no anticipes Mantenga sus ojos en su pareja el mayor tiempo posible. Baja tu cuerpo y luego retrocede.
Siempre me han dicho que las artes marciales son un baile, pero solo ahora veo que esta es una comparación literal. Como en un salón de baile, hay un líder y un seguidor, y mantienen una confianza sagrada con cada agarre, giro y lanzamiento. Pum. Ruedas así, ¿ves? Ahora tu intenta. Es mucho más fácil captar la energía y redirigirla, pero hay que ser rápido. Mi coxis me duele menos cuando sigo el rollo y me pongo de pie. Mantenga esos dedos de los pies metidos debajo. El poder proviene de su línea central.
"Algunas personas piensan, 'oh, es él o yo' ", dice nuestro Sensei, "Tú, tú no pienses así. Cuando alguien viene hacia ti, piensa '¡oh! ¡Vamos a practicar!' " Su rostro modela un deleite apacible y sorprendido.
Por un momento sé que O-Sensei no creía en un pacifismo pasivo. Puede que haya tapado los dientes de su formidable estilo de lucha, pero una mano hábil puede volver a mostrarlos. Parecía tener la intención de que el Aikido tuviera muchos aspectos, que no debería ser únicamente un sistema de autodefensa, ni un orden social, un régimen de acondicionamiento físico, o incluso una práctica exclusivamente espiritual. Las técnicas antiguas que de otro modo se perderían en el tiempo son preciosas, pero incluso el conservacionismo no es el único objetivo aquí. Aikido es algo más, algo dinámico.
No; la virtud del pacifismo no está en la abstención, sino en la intervención. O-Sensei también vivió en medio de la violencia y el miedo, y sabía que la paz nunca ha sido el orden natural de nuestra especie. No hay virtud en la abstinencia si puede ser superada por una intervención consciente y hábil. Entrelazó las piezas del Aikido con un propósito, uniendo la sabiduría a la habilidad. Es mejor cumplir el día que esconderse.
Nos inclinamos. Gracias, Sensei. Gracias amigos. En mi alma, se ha vuelto a colocar la tercera pata de un trípode emocional. Camino hacia la puerta. Mi corazon late. Hay aliento en mis pulmones, y mis pies están en tierra firme. Ha pasado una hora y el mundo no es diferente, pero yo lo soy.
Salgo a la calle. En la ventana de nuestro dojo hay un pequeño trozo de papel que nunca antes había visto. Leo lentamente.
"En el centro de la práctica de Aikido, más que cualquier otra cosa, se encuentra un duro entrenamiento continuo y la disciplina del cuerpo y la mente para desarrollar la sabiduría. –Mitsunari Kanai."
Onegai Shimasu de veras.
Aquí y ahora con el Budo
Por
Pasqualino Sbraccia
Venezuela Aikido Kokyu-ho Dojo, Venezuela
Hasta el día de hoy, tal como lo he hecho desde el primer día que me inicié, un día del mes de Septiembre del año 1979 a la edad de 16 años, sigo disfrutando de la práctica y del estudio de algunas de las artes del Budo y de lucha japonesas.
Dos de los recuerdos duros de mi vida son el día que fui al dojo a solicitar información y esos primeros días de práctica. Quizás el desafío me motivó y me ayudó a superar ese sentimiento duro. Ese primer paso y las primeras clases son inolvidables. En la época de mi juventud, en el colegio, abundaban los muchachos más grandes que querían imponer a la fuerza su monarcado en las aulas. Parecía que los golpes volaban, porque en cualquier momento se recibía uno sorpresivamente, o tal vez lo recibiera un querido amigo, situación que en la mayoría de las veces desencadenaba en una pelea con estos aspirantes a monarcas que seguro terminaba con la camisa rota y y unos cuantos golpes encima por la desventaja de fuerza y tamaño.
Ingresé al dojo con el permiso de mis queridos padres, consciente del esfuerzo económico que hacían, y durante los primeros meses de práctica frecuentemente imaginaba a algunos de esos grandulones mientras practicaba las técnicas.
A pesar de mi ignorancia sobre la disciplina y el estilo del dojo, alguna divinidad me había conducido a ese dojo para que pudiera estudiar un método de autoprotección, que en ese período era todo lo que buscaba. Pero a medida que pasaron los primeros años, también me di cuenta de otros beneficios que aportaba la práctica, y en consecuencia decidí que esa sería mi vía y nunca me apartaría de ella. Cada vez que voy a un dojo, continúo viviendo la emoción del primer día, y practico con el mismo entusiasmo y fuerza de ese día. Me prometí a mí mismo practicar y estudiar de por vida.
Desde ese día he recorrido y practicado algunas artes de lucha japonesas y chinas, a mano vacía o con armas, pero siempre cuidando que preponderara el aspecto tradicional. La recia formación que me dieron mis padres me mantuvo en pie cuando el entrenamiento se ponía difícil y, por lo tanto me adapté fácilmente a la disciplina y exigencias durante las prácticas.
Si me preguntaran cuál de las disciplinas que practiqué o practico ahora me ha dado mayor provecho, no sabría como contestar. Considero que cada una me aportó y me aporta conocimientos y beneficios en el aspecto físico, mental y espiritual. Eso sí, por un u otro motivo, prefiero unos a otros, quizás porque se adaptan más a mi personalidad o al cuerpo, pero al final para mí todos son una familia, todos se relacionan entre sí. Hace poco estaba leyendo un artículo sobre el arcoíris y sus colores con sus características y propiedades. El artículo describía el descubrimiento de Isaac Newton en las primeras décadas del siglo XVIII cuando logró descomponer la luz a través de un prisma. Newton declaró que había siete colores, eligiendo el número siete por sus amplias virtudes, pero más tarde se descubrió que había decenas de colores y a cada uno de ellos se le asignaron propiedades a lo largo del tiempo. Al final, todos estos colores estaban contenidos en un solo rayo de luz. Luego de reflexionar un poco sobre el tema, observé que podía establecer una similitud entre el rayo de luz y el Budo, y entre los colores y las diferentes disciplinas de lucha. De manera similar a los colores y sus propiedades, le asigné propiedades a las disciplinas, las cuales provenían de mis vivencias y de las emociones contenidas en ellas.
Entre las disciplinas que practiqué y sigo practicando, están el Karate do, un estilo japonés y dos estilos de Okinawa, tres estilos de Iaido, Battodo, Taijitsu, Taichi, Hakutsuru Kenpo, Kungfu estilo Mantis, Kickboxing, dos armas de Okinawa Kobudo, Aikido y Aikijo. Hablar de cada uno ocuparía un espacio considerable, pero me gustaría compartir algunas de mis experiencias en la práctica de Aikido y Aikijo.
Practiqué Aikido en Italia, y aunque parezca extraño, siendo venezolano y habiendo vivido toda mi vida en Venezuela, en el año 2004 por motivos personales relacionados con la seguridad de mi familia, los mandé a vivir a Italia con la ayuda de un querido tío, y con los años se quedaron allí. Solía viajar a menudo y durante mi estadía en Italia, empecé a buscar en el pequeño pueblo donde residía mi familia un dojo de alguna disciplina japonesa "tradicional", y vine a dar con un dojo de Aikido, en el cual practiqué durante más de dos años de forma interrumpida cada vez que viajaba. En el mismo impartían clase dos Sensei, uno pertenecía al Aikikai y el otro venía de la rama Iwama, me nutrieron ambos y también algunos alumnos antiguos. Por alguna razón logística, cuando ingresé al dojo, había reabierto por poco tiempo y por lo tanto había mucha emoción durante la práctica. Recuerdo que lo disfruté inmensamente, y ellos disfrutaron trabajando en pareja conmigo, ya que por más que me esforzara, el Karate siempre estaba marcado en mis reacciones, y les encantaba mi forma de evadir, atacar y “a veces” evitar que me agarraran.
El objetivo principal de cualquier práctica de una disciplina de lucha japonesa, la "autoprotección", estuvo siempre a la vanguardia de la práctica, ya que determinaba la forma en que uno lucharía en la realidad. Yo creo que en Aikido hay una tendencia a crear mucha empatía entre los participantes de la clase, quizás este intercambio de energías diferencia al Aikido de lo que sucede en un dojo de Karate. Sabías cuándo comenzaba la clase, pero no sabías cuándo terminaba, y para mí eso estuvo bien, terminé muerta de cansancio, pero el compañerismo fue genial y me hizo olvidar mi cansancio.
Recuerdo que una vez anunciaron un seminario nacional en la ciudad de La Spezia, y por suerte yo estaba allí, y como siempre lo he hecho, fui el primero en decir que quería asistir. Todos se sorprendieron, pero yo más, porque desconocía el compromiso en el que me había metido. Por varios problemas personales, mis compañeros no pudieron asistir al seminario, y fui con Sensei y mi familia. No hay palabras para describir el primer día. Habían alrededor de 250 participantes en el tatami, y cuando llamaron a los ejercicios de respiración, se formó un semicírculo y todos se direccionaron hacia el Sensei, y como habrán experimentado muy bien, la energía que se movía allí era impresionante. Era tal la dimensión que mi esposa, cuando terminé, me dijo que ella estando sentada en las gradas sintió tanta energía que se echó a llorar. Además, fue impresionante cuando el Maestro Hiroshi Tada entró al tatami, su elocuencia en las explicaciones, sus movimientos, parecía flotar, y todo el que se le acercase lo hacía con él. Confieso que conocí a un "Super Maestro"!!!
Por motivos económicos, participé en los entrenamientos durante tres de los cinco días que duró el seminario. Para mí fue enriquecedor moverme y desplazarme entre esa multitud de practicantes. Recuerdo que mi Sensei me vio durante la sesión de desplazamientos (tenía 250 personas moviéndose libremente a mi alrededor) y me dijo que debía defender mi espacio y fluir a la vez, y así lo hice. Aún recuerdo y siento esa experiencia, la cual no es común para un Karateka. Luego, durante el desarrollo de varias técnicas formadas en un grupo de diez practicantes, siempre estaba el que se emocionaba de más y me hacía sentir que en un momento determinado, podía dividir mi cuerpo en varios pedazos. Esta amenaza potencial me motivaba más.
Recuerdo que el Maestro Hiroshi Tada contó sus experiencias practicando Karate con el Maestro Gichin Funakoshi y eso fue muy emocionante y enriquecedor. ¡¡¡ Que gran personaje el Maestro Tada !!! Cuando terminaba la práctica, se hacía a un lado cuando salíamos del tatami, y su postura era ejemplar, sublime y solemne.
Volviendo a las prácticas en el dojo, me encantaba el día miércoles, ya que se practicaban armas, especialmente el Jo. Tuve la oportunidad de obtener el sexto kyu por parte del Presidente de Aikikai durante ese período. Luego de volver al dojo después de una ausencia de más de dos años, los maestros se habían separado por alguna razón para abrir un dojo cada uno. Los visité y cada uno me pidió que entrenara con él, y me sentí muy triste e incómodo. Opté por no entrenar para evitar posibles malentendidos con uno u otro porque los apreciaba mucho a ambos.
De todas formas, hablando honestamente, el Aikido estaba creando un conflicto con mi práctica de Karate. En ese momento practicaba el estilo Shotokan, y se generó una molestia interna en mí, ya que había descubierto y sentido los beneficios de los movimientos circulares, y me gustaba utilizarlos, pero en la práctica del Karate los movimientos eran completamente rectilíneos. Tanto el Sensei como otros compañeros avanzados lo notaron y lo encontraron extraño, creando una situación incómoda para mí.
Continué por mi cuenta con el Aikijo, hasta tener la fortuna de coincidir quince años después con Rafael Pacheco Sensei, residenciado en la ciudad de Maracay, miembro de la organización Shin Kaze Aikido Alliance. Conversando con él y contándole mi experiencia en el Aikido, y tomando en cuenta el distanciamiento establecido por las normas sanitarias durante la pandemia, me invitó a practicar Aikijo. No se imaginan la alegría que sentí, además de siempre buscar un momento para reunirnos y compartir vivencias y discutir temas afines a las artes del Budo. Hoy en día continúo practicando Aikijo bajo su dirección, junto con mis otras disciplinas.
Agradezco su atención y comprensión a mis palabras, quizás mis descripciones estén impregnadas de Kokoro, que en una de las interpretaciones que conozco, se refiere al disfrute de las emociones que se generan cuando vienen a la mente ciertos recuerdos .
Les extiendo a cada uno de ustedes un respetuoso saludo acompañado de los mejores deseos de salud, felicidad y prosperidad… y mucho Budo!!!
Nota sobre el Autor:
5° Dan ODKKK (Okinawa Dento Karate Kobudo Kyokai) – Shorin ryu Karate, Kobudo
5° Dan Bujutsu Sosei Internacional – Taijitsu Shinkyoku ryu, Iaido Myata ryu
3° Dan JKA (Nihon Karate Kyokai) – Karate Do Shotokan
3° Dan ZNTIR (Zen Nihon Toyama Iaido Renmei) – Iaido y Battodo Toyama ryu
1° Dan ZNKR ((Zen Nihon Kendo Renmei) - Iaido Seitei
1° Dan Hakutsuru Kenpo Kenkyukai – Hakutsuru Kenpo
1° Dan WAKO (World Amateur Kickboxing Organization)
Entrenador Deportivo Nivel IV – Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez
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Bienvenida a nuestros dojos más recientes
Nos complace dar la bienvenida a 5 dojos nuevos de América Latina.
De Argentina damos la bienvenida a Shinka Dojo, dirigido por el dojo-cho Adolfo Calatayu, godan; a Meiyo Dojo, dirigido por el dojo-cho Horacio Plaza, sandan; a Chikara Dojo, dirigido por el dojo-cho Esteban Lagiglia, nidan, y a Aikido Santa Fe Miyazawa Dojo, dirigido por Carlos Alberto Jara, shodan.
De Uruguay damos la bienvenida a Musashi Dojo, dirigido por dojo-cho Mariano Pedraza, shodan.
Shinka Dojo, Meiyo Dojo y Chikara Dojo son miembros de la Alianza Aikido Argentina, organización dirigida por el sensei Adolfo Calatayu, mientras que Musashi Dojo y Miyazawa Dojo son miembros de la Asociación Samurai Kawai, organización bajo la dirección del sensei Enrique Silvera, godan de Uruguay.
¡Bienvenidos todos a Shin Kaze!
Calendario de Actividades
La página de Actividades en el sitio web de Shin Kaze ha sido actualizada. Visita haciendo clic en la pestaña Actividades en el Menú Principal.
Aquí hay una lista de las próximas actividades:
13 de Agosto 2022: Seminario de Aikido en Buenos Aires, Argentina Alianza Aikido Argentina
14 de octubre de 2022: Seminario de Aikido e Iaido en Toronto, Canadá Toronto Aikikai
5 de noviembre de 2022: Celebración del 30° Aniversario en Montevideo, Uruguay Asociación Samurai Kawai
Rincón del Libro: Aikido Técnico
Por Mitsunari Kanai Shihan, 8vo Dan
Instructor Jefe de New England Aikikai (1966-2004)
Nota del editor: A partir de este número, incluiremos en nuestro Boletín una sección
titulada "Rincón del Libro", con extractos de libros de relevancia a nuestra práctica. Aquí está el Prólogo del libro
"Aikido Técnico" de Mitsunari Kanai Shihan.
PRÓLOGO
Aikido es...
Al centro de la práctica de Aikido, más que cualquier otra cosa, hay un continuo entrenamiento duro y una disciplina del cuerpo y la mente para desarrollar la sabiduría. En caso de enfrentamiento, se debe evitar a toda costa el comportamiento bestial dirigido únicamente a protegerse y herir al oponente.
Para desarrollar la determinación de resolver una situación de confrontación con omnisciencia y omnipotencia (es decir, utilizando no solo la técnica sino aplicando la totalidad de las habilidades y la sabiduría de uno) es Bugokoro (el espíritu/mente del Budo). Uno debe comprender que Aikido es ni más ni menos que la expresión y encarnamiento de este Bugokoro.
Yamatogokoro es lo que promueve el Aikido.
Debido a que Aikido incluye los elementos de Bugi (técnicas de combate), es inevitable que, en ocasiones, el practicante de Aikido debe enfrentar la posibilidad y la realidad de las circunstancias de confrontación. Si uno investiga seria y continuamente la realidad de encontrarse cara a cara con un oponente en una situación de confrontación donde la propia existencia de uno está en juego, es decir, donde la supervivencia de uno significa la derrota del oponente o viceversa, y si uno reconociera plena y abiertamente la interrelación entre uno mismo y el oponente, lo llevaría a uno a descubrir las técnicas de lucha más lógicas y eficientes.
No obstante, es cierto, por paradójico que parezca, que en la búsqueda de la perfección de este principio, uno finalmente llegará a un estado armonioso, nacido de la comprensión que no importa cuán fuerte sea uno, no puede continuar existiendo si uno trata de luchar contra toda existencia. Este es el "Camino" (o proceso) para alcanzar la armonía como lo promueve el Aikido.
Uno debe tener en cuenta, sin embargo, al tratar de comprender o alcanzar el principio de armonía, que sin pasar por el proceso de transformación interna que comienza en el estado de confrontación y solo después de trabajar a través de un proceso crítico para finalmente llegar al estado de no confrontación, no puede haber Budo.
En condiciones normales, los seres vivos viven en grupos, no solos. Una característica básica de la existencia social es el desarrollo de descripciones o comparaciones relativas, por ejemplo, fuerte versus débil. Cada ser trata de utilizar sus cualidades individuales de la mejor manera a la luz de sus fortalezas y debilidades relativas. El proceso que finalmente condujo al Budo comenzó con esfuerzos para compensar las debilidades mediante el desarrollo de cualidades específicas (por ejemplo, velocidad, fuerza, tamaño o facilidad para usar armas).
Por lo tanto, en condiciones normales, vivir en el mundo lleva a veces a situaciones de confrontación, y desarrollar técnicas cada vez más efectivas para enfrentar tales confrontaciones eventualmente lleva a darse cuenta de que siempre hay alguien o algo más grande o más fuerte que uno mismo. En última instancia, uno se da cuenta de que la defensa más efectiva es fusionarse y convertirse en parte del oponente. Así es como el principio de confrontación evoluciona hacia el principio de no confrontación.
Yamatogokoro es la idea de que la razón para desarrollar artes marciales es proteger a aquellos que no pueden protegerse a sí mismos de los agresores. El proponente de esta filosofía se dedica a desarrollar el Budo para proteger la seguridad de las personas pacíficas de la victoria de la crueldad y la violencia. Esta idea está en el corazón del Aikido.
Debe entenderse que Aikido incluye una filosofía e ideas que van más allá de las artes marciales definidas como la práctica de técnicas de combate. Por tanto, las artes marciales se incluyen dentro del Aikido, pero Aikido va más allá de las artes marciales. Aikido representa la idea de que Budo, el principio de confrontación y el principio de no confrontación pueden sintetizarse sin comprometer ninguna de sus esencias fundamentales.
Sin embargo, es triste notar que gran parte de lo que se llama práctica ha comprometido estos elementos. Lo que sigue es una descripción técnica de los principios físicos que deben guiar la verdadera práctica del Aikido si se pretende lograr realizaciones totales, en lugar de parciales, de este arte.
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